Escrito por: Luis Carlos Bravo P.
Publicado en: PORTAFOLIO ABRIL 7 DE 2020 – 10:14 A.M.

El reto es lograr que la empresa reaccione de manera adecuada a los cambios rápidos en su entorno para evitar comprometer su viabilidad.

En estas últimas semanas, he conversado con un gran número de directivos y empresarios sobre la crisis sanitaria causada por el COVID-19, las medidas que vienen tomando las autoridades para hacer frente a esta pandemia y las consecuencias de todo ello sobre la economía en general, sus propios negocios y, especialmente, nuestra gente.

Para un directivo, el reto es lograr que la empresa reaccione de manera adecuada a los cambios rápidos en su entorno para evitar comprometer su viabilidad. La necesidad de tomar diariamente decisiones de gran importancia limita el tiempo disponible para estudiar cuidadosamente la situación, identificar las alternativas de solución y utilizar los criterios adecuados para tomar decisiones basadas en dichas alternativas.

Espero con estas líneas aportar en estos tres aspectos y, con ello, contribuir a mejorar la reacción de nuestras empresas en una coyuntura particularmente compleja.

LA SITUACIÓN DE LAS EMPRESAS

PARTICULAR

Evidentemente, no todas nuestras empresas han sido afectadas de la misma forma por el entorno. Con base en criterios financieros, he propuesto una forma de categorizarlas que permite comprender mejor la situación actual.

Las empresas de los cuadrantes 1 y 2 no tienen comprometida su sostenibilidad financiera. Estas empresas han podido operar durante la cuarentena por ser tratadas como excepción en el decreto 457 o por su capacidad de hacerlo virtualmente. En consecuencia, tienen la posibilidad de generar flujos de efectivo positivos.

Durante la crisis, su prioridad debe ser cuidar a la gente, es decir, a sus propios empleados, pero también a sus proveedores y a sus clientes. Si entienden que solidaridad es más que un eslogan publicitario, pueden cumplir un rol fundamental para evitar que la crisis se profundice y dé origen a una recesión económica profunda con la cual ellas mismas pueden verse afectadas.

En contraste, las empresas de los cuadrantes 3 y 4 redujeron drásticamente sus operaciones o, simplemente, dejaron de operar durante la cuarentena. Estas empresas tienen un desbalance entre ingresos y egresos de efectivo que puede comprometer su viabilidad.

A comienzos de marzo, las empresas del cuadrante 3 tenían excesos de liquidez y/o acceso a crédito. Eso les dio algo de oxígeno para enfrentar la coyuntura. Pero con el paso del tiempo, dicha liquidez viene disminuyendo.

Según el JPMorgan Institute si los ingresos de efectivo se detienen, las empresas tienen en promedio una liquidez suficiente para operar 27 días. Así, con el paso de los días, las empresas del tercer cuadrante hacen tránsito paulatino hacia el cuarto cuadrante.

CUADRANTE 4: EL RETO ES SOBREVIVIR

Las empresas que no tienen liquidez ni flujo de efectivo enfrentan serias dificultades de supervivencia en la coyuntura actual. Dos rasgos las caracterizan.

El primero de ellos, es que no se trata únicamente de empresas pequeñas o medianas. En la categoría 4, hay empresas de todos los tamaños y sectores incluyendo, entre otros, hoteles, aerolíneas, empresas de construcción, comercio de bienes no esenciales, firmas de ingeniería, firmas de servicios legales, textiles, confecciones, cines y otras empresas de entretenimiento.

El segundo rasgo es que muchas de estas empresas generan gran cantidad de empleos y, en consecuencia, la nómina de empleados tiene un peso considerable en sus costos y gastos.

En el caso del cuadrante 4, las decisiones directivas son particularmente difíciles porque la estrechez de recursos hace difícil cuidar a la gente y ante la aparente falta de alternativas para hacer viable la operación del negocio, los directivos parecen estar condenados a, simplemente, esperar que la situación se resuelva pronto para poder volver a operar.

No obstante, sí existen alternativas para que estas empresas logren enfrentar la tormenta y cuiden a su gente. Son soluciones difíciles y poco comunes, porque estamos enfrentando un entorno difícil y poco común. Las soluciones simples ya probaron ser ineficaces para resolver el problema.

SOLIDARIDAD

El concepto fundamental para encontrar soluciones en el cuadrante 4 es la solidaridad. Ante un entorno tan adverso, se hace particularmente evidente que una empresa es una unión de esfuerzos, una organización de personas que tienen intereses comunes. Este concepto involucra a dueños, directivos y empleados. Pero también puede incluir a clientes, proveedores y otros grupos de interés.

El punto es que existe un interés común: impedir que la empresa desaparezca. Ese interés es la semilla de solidaridad entre los diferentes grupos de interés y la base para encontrar soluciones.

Me atrevo a proponer algunos ejemplos de solución para ayudar a que las empresas del cuadrante 4 solucionen sus dificultades actuales y logren ser viables nuevamente.

  • Fortalezca la comunicación con clientes para identificar oportunidades de negocios de preventa, venta con entregas a plazos o desarrollo conjunto de productos.
  • Fortalezca la comunicación con los empleados buscando que entiendan la verdadera situación financiera de la empresa. Construya soluciones con ellos que sean diferentes a las que varias empresas vienen aplicando (teletrabajo, trabajo en casa, vacaciones, vacaciones anticipadas, etc).
  • Identifique si aquellos empleados que, por las circunstancias, tienen más tiempo del habitual, pueden desarrollar actividades adicionales o diferentes a las que usualmente han desarrollado como ayudar a vender o ayudar a desarrollar formas de producción diferentes o “desde la casa”.
  • Es posible que la gente acepte renegociar salarios pactando compensaciones futuras para aliviar el flujo de caja de la empresa. También es posible que algunos de ellos ofrezcan licencias no remuneradas de corto plazo.
  • Explore opciones de capitalización de la empresa con inversionistas externos o internos. Es posible que algunos empleados, proveedores o clientes encuentren interés en adquirir acciones comunes o preferentes emitidas por la empresa.
  • Explore líneas de financiación que no asfixien a la empresa. Si son de muy corto plazo, solamente estará postergando el problema. Pero si consigue líneas de buen plazo, tendrá recursos para financiar los faltantes de caja durante la crisis (y estará en el cuadrante 3).

Tenga en mente que las entidades financieras necesitan una buena fuente de pago para los créditos. La empresa debe estar en condiciones de devolver el principal y pagar los intereses. Por ello, el éxito de las actividades anteriores es clave a la hora de justificar un crédito.

Las empresas son, en su gran mayoría, empresas viables y con buen futuro. El reto entonces es superar entre todos una tormenta que, como todas, tendrá un final en el tiempo. Es hora de remar unidos.

Luis Bravo. Portafolio. (202, Abril 07). ¿Cómo pueden reaccionar nuestras empresas en la coyuntura actual? Recuperado de: https://www.portafolio.co/negocios/empresas/como-pueden-reaccionar-nuestras-empresas-en-la-coyuntura-actual-539735

AURUM® Advisors

Luis Carlos Bravo

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